Pues si, ya era hora de poder disfrutar dos días de bici perfectos, salvo por la lluvia intermitente de ayer.
Salidas para disfrutar con las amistades, para desconectar pero sobre todo para pasar un buen rato entre gente que sin quererlo se convierten en verdaderos amigos.
La salida del sábado fue de esas que empiezas lento, con dolor de piernas, protestando de cuándo llegaremos y esas cosas...para pasar a convertirse en unas risas continuas, donde el solo mirar a un lado tuyo y ver que te entiendes con la mirada dice mucho de la amistad. Desde aqui, a mi querido Juan, a mi adorable y caballeroso Nacho y al divertido Cesar deciros que a pesar de mis gruñidos iniciales de que me llevaseis por esas pistas de Dios me lo pasé genial, hacía mucho que no disfrutaba mucho en la bici. Y esto es lo mejor de la bici, no solo es hacer km y km...es compartir esos momentos de : " a que no te has traído el cortavientos Ana" y tu respuesta es del todo femenina: "no, porque no me conjuntaba", donde te ríes por el mero hecho de que el aire repentinamente no venga del mismo lado al que estás acostumbrado y empieces a jurar en Arameo!
Cada salida es un paso, un paso para lograr una meta...metas que cada uno nos marcamos y que nos cuesta esfuerzo, y lograr tus objetivos son una satisfacción, que solo aquellos que se sacrifican logran.
El mes de marzo es un punto de inflexión donde debo recuperar lo perdido y seguir sintiendo esa felicidad mientras pedaleo.
Besos!
Ana
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